Llegó la hora -dijo la Morsa- de hablar de muchas cosas:
de zapatos y barcos y sellos. De repollos y reyes. De por qué el mar está hirviendo y de si los cerditos tienen alas. (
Lewis Carroll)
¿Tú tienes alas?
(Y de acá para abajo escribo YO)

domingo, 28 de febrero de 2010

¡AAAAAAAAAAAAAAAYYY!

Me aparece este bicho y me muero.

(Hispanoparlantes: 14 SEGUNDOS, El tiempo que le lleva a un mamífero promedio en entender la mecánica de una puerta corrediza)

jueves, 25 de febrero de 2010

Love Etc. - Pet Shop Boys



Video loco.
Canción loca.
Y yo loco.

martes, 23 de febrero de 2010

Un tanguito


El marfil blanco estaba frío. El vapor de su respiración se recostaba sobre el barniz del piano.
Tocó el Do más agudo indicando que en cinco segundos comenzaba. La pareja de baile se preparó, levantaron sus cabezas, erguidos y en permanente contacto visual. Y ahí esperaron.
Ella hizo trampa y le guiñó un ojo a su pianista.
El primer acorde rompió el silencio de copas de champagne, y los bailarines recordaron sus pasos tal como los habían ensayado un millón de veces. La agarró un poco más fuerte con su brazo derecho, presionando pecho con pecho, y ella con delicadeza, pero completa pasión, cedió.
Él violaba cada parte de su compañera con la mirada y manos, cual buen tango bien bailado.
Pivot, cruce atrás, cruce adelante y apertura. Un juego de piernas moviendose con profesional erotismo.
Un mechón de pelo se le soltó del rodete, y largó con eso la rosa roja que se lucía en su cabeza.
Al compás del piano, levantó sus tacos y realizó la posición final de la coreografía.
Los ovacionaron y luego se hundieron en murmullos y luces ambientales.
La pareja de baile se echaba la respiración sobre la boca del otro. Exhalaban agitados, manteniendo la posición por un tiempo mayor al que espera cualquier artista mientras lo aplauden.
El pianista tocó ahora un Mi muy grave y corto, que desprendió a la pareja en menos de un segundo. Se rieron, se despidieron, se fueron.
Ella con su esposo, el pianista, con quien probablemente brindaría en casa por una noche más de trabajo bien realizado y luego harían el amor.
Él, solo en su motocicleta, pensando en ella, su amor ya ocupado, quien únicamente era suya en la pista de baile y en sus sueños.
Al menos, se alegró, era él quien se llevaba la rosa roja a su casa.

martes, 16 de febrero de 2010

Momento de Pileta Nº 1

And the winner is...

Bipolar

ME ACABO DE DAR CUENTA DE UNA MÁS.

Trastorno Bipolar
(by Wiki)


El trastorno afectivo bipolar, tambien conocido antiguamente como psicosis maníaco-depresiva, es un trastorno del estado de ánimo donde el afectado oscila entre la alegría y la tristeza de una manera mucho más marcada que las personas que no padecen esta patología, atravesando períodos repetitivos de depresión (fases depresivas) que se alternan con temporadas de gran euforia (fases maníacas). El elemento básico para el tratamiento del trastorno bipolar es la toma de conciencia del problema, su conocimiento por parte del afectado y sus allegados mediante una psicoeducación adecuada que les permita hacer frente a las crisis sin temores infundados y con las herramientas más válidas; así como prevenir las recaídas.

Algunos de estos trastornos se denominan 'de ciclado rápido' porque el estado de ánimo puede cambiar varias veces en un período muy breve de tiempo.

Durante la fase depresiva el paciente puede presentar:

  • Pérdida de la autoestima.
  • Desanimos continuos.
  • Ensimismamiento.
  • Sentimientos de desesperanza o minusvalía.
  • Sentimientos de culpabilidad excesivos o inapropiados.
  • Fatiga (cansancio o aburrimiento) que dura semanas o meses.
  • Lentitud exagerada (lenta).
  • Somnolencia diurna persistente.
  • Mala junta.
  • Problemas de concentración, fácil distracción por sucesos sin trascendencia.
  • Dificultad para tomar decisiones y confusión general enfermiza, ejemplos: deciden un cambio repentino de empleo, una mudanza, o abandonar a las personas que más aman como puede ser una pareja o un familiar (cuando el paciente es tratado a tiempo deja de lado las situaciones "alocadas" y regresa a la vida real, para recuperar sus afectos y su vida).
  • Pérdida del apetito.
  • Pérdida involuntaria de peso.
  • Pensamientos anormales sobre la muerte.
  • Pensamientos sobre el suicidio, planificación de suicidio o intentos de suicidio.
  • Disminución del interés en las actividades diarias.
  • Disminución del placer producido por las actividades cotidianas.

En la fase maníaca se pueden presentar:

  • Agresión inútil e innecesaria.
  • Aumento de las actividades orientadas hacia metas (es decir, creen que pueden con todo, llegando a pensar que en pocos meses serán estrellas de cine, o grandes empresarios. Si los contradicen suelen enojarse y pensar que el mundo está en su contra).
  • Ideas fugaces o pensamiento acelerado.
  • Enfadarse por cualquier cosa.
  • Autoestima alta.
  • Menor necesidad de dormir.
  • Agitación.
  • Logorrea (hablar más de lo usual o tener la necesidad de continuar hablando).
  • Incremento en la actividad involuntaria (es decir, caminar de un lado a otro, torcer las manos).
  • Inquietud excesiva.
  • Aumento involuntario del peso.
  • Bajo control del temperamento.
  • Patrón de comportamiento irresponsable .
  • Hostilidad.
  • Aumento en la actividad dirigida al plano social o sexual.
  • Compromiso excesivo y dañino en actividades placenteras que tienen un gran potencial de producir consecuencias dolorosas (andar en juergas, tener múltiples compañeros sexuales, consumir alcohol y otras drogas).
  • Creencias falsas.
  • Alucinaciones.
El bipolar "paranoide" con delirios de persecución, por lo general piensa que todos están en su contra o no responden a sus exigencias, así también creen que quieren coartar sus proyectos por envidia, maldad, o interferencia. En términos psiquiátricos, esto se llama ciclos rápidos o acelerados y ciclos lentos, respectivamente. Los ciclos ultrarápidos, en donde el ánimo cambia varias veces a la semana (o incluso en un día), suelen ocurrir en casos aislados, pero es ciertamente una variable real del trastorno.

(Demasiadas coincidencias)

martes, 2 de febrero de 2010

Me gusta

Lo que me gusta de tu cuerpo es el sexo.
Lo que me gusta de tu sexo es la boca.
Lo que me gusta de tu boca es la lengua.
Lo que me gusta de tu lengua es la palabra.

*Julio Cortázar
Papeles inesperados, Edit. Alfaguara,

Lady Mermelada

Mandarinas danzarinas
distraídas
perfumadas, anaranjadas
entre pétalos de seda,
caen del árbol, casi volando.
Flotan al compás del viento,
y qué viento.
Dulce jugo repartido por el pasto,
durante un amanecer sin lagañas,
sin jaqueca, sin resaca.
Y los conejitos ya comienzan a acercarse
para tomar otra mediatarde
bajo el árbol de mandarinas de su bosque encantado
donde la fruta baila,
el viento dirige la orquesta,
y los animales meriendan felices,
cantan canciones, y comen perdices.

Noni

No puedo dormir y debo acurrucarme solito. Tengo que contarme mis propios cuentos y desearme soñar con los angelitos. Más allá de sueños lindos, feos, terroríficos, tristes, mojados, prefiero soñar despierto. Esos cinco minutitos que paso en la oscuridad, apagando mis músculos e interruptores, concentrado en desconcentrarme, perdiéndome, hundiéndome... Ah, son mis preferidos.
Desde la cucheta de abajo las tablitas de la cama de arriba ya son vías de tren. Ya siento el chucuchucuchucuchucuchuuuuhhhuuuuuuuuuh!
Escucho de lejos un imaginario Because de Los Beatles.
Cito letra:
"Because the world is round it turns me on Because the wind is high it blows my mind Love is all, love is new love is all, love is you Because the sky is blue, it makes me cry"
Mi placard se acerca y aleja como con distinta profundidad de campo, según cómo entorne los ojos.
Ya me aplasta.
Veo sombras y siluetas extrañas proyectadas por la luz de la luna tras la ventana.
Siento como qu
e... no sé... nada.

Ya no siento.

ZZZZZZZZZZZZZZZZZ

Love is all, love is you


lunes, 1 de febrero de 2010

Cuento de Terror Nº 3

- ¡Auxilio! -gritó Jane.
Y él la miraba tras el espejo.

Un polarizado presidencial separaba a su cuerpo sobre la camilla de su miedo más grande.
Tres golpes tras el vidrio le indicaron que no volviera a gritar. Más le valía.
Jane se encontraba tendida boca arriba,
contando absolutamente todo:
  • Los veinticinco segundos cada los que parpadeaba el tubo de luz en el techo.
  • Los Tic Tok del reloj en la pared.
  • Los ruidos de timbre al otro lado de la puerta.
  • Las mil cincuenta y seis pulsaciones por segundo que emitía su corazón asustado. O mil cincuenta y ocho, algo así.
Jane transpiraba, nerviosa, con miedo a toser, gritar o murmurar algo. No quería apurar el trámite.
Tras el vidrio el hombre afilaba y probaba sus herramientas,
sonidos agudos y taladrantes.
Probablemente lo primero que haría su enemigo sería inyectarle algún sedante o estupefaciente para extirparle ese molesto diente.
Con tan sólo cinco años es lógico que a la pequeña Jane no le guste ir al dentista.