Llegó la hora -dijo la Morsa- de hablar de muchas cosas:
de zapatos y barcos y sellos. De repollos y reyes. De por qué el mar está hirviendo y de si los cerditos tienen alas. (
Lewis Carroll)
¿Tú tienes alas?
(Y de acá para abajo escribo YO)

jueves, 9 de julio de 2009

Sé que sueño demasiado, y a veces me dejo llevar por mi imaginación.
Intentaba acordarme de la última conversación que tuvimos. Imposible. Sé que fue importante, determinante, crucial, fatal; pero mi cabeza activó su Ctrl+Alt+Supr y... adiós recuerdos.
Sé que antes de esa charla tuvimos muchas peleas. Por mi falta de interés, por tu pesada pero hermosa atención, por nuestros anormales, locos o tranquilos modos de vida, por nuestras coincidencias, y nuestras no tan coincidencias. Sé que a veces pude parecer orgulloso, pero siempre que volvía enojado en el micro me arrepentía de cualquier "Nada que ver", "Mentira", o "No tenés idea" que pude haber escupido. O vomitado. Porque la mayoría de las veces se trataba de un "vómito verbal" con todas las mentiras o secretos que te guardaba.
Sé que no te pedí perdón lo suficiente.
También sé que tuvimos nuestros buenos momentos. Mis mejores momentos. Que fuimos al cine y vimos en pantalla grande historias de amor que ni se comparaban con la nuestra. Que bailamos juntos en las mejores fiestas mientras todos nos miraban, pero no nos importaba el mundo que teníamos alrededor. Que filmamos películas (al contrario de otras parejas) sin contenidos sexuales: pura diversión y magia. Porque eso es lo que teníamos. Magia. Recuerdo una vibración ardiente y electrizante cada vez que nuestras pieles se tocaban. Sé que eras perfecta en todo sentido. En mi propio sentido. Y para mis cinco sentidos del gusto (tu rico e imperturbador aliento), el olfato (tu delicado perfume, de marca o natural), el oído (tu hermosa voz y suave ruido al masticar), la vista (tu hermosa figura), el tacto (tu hermosa figura).
Sé que fuiste especial para mí. Y yo para vos.
Sé que te extraño, y mis sábanas ya perdieron tu esencia.
Sé que ha pasado mucho tiempo... y ya no recuerdo tantas cosas. ¿Fue hace un mes? ¿Fue hace un año? Todavía cierro los ojos y veo los tuyos, como si nos hubiesemos juntado ayer, a tomar otro helado en alguna plaza, a ayudarnos en nuestras tareas, a pelearnos, o a vivir nuevos "buenos momentos".
Sé que ya no sé tanto sobre vos.
Creo que no sé nada sobre vos.
Sé que quiero conocerte.
Sé que no sé ni cómo te llamás.
Sé que te iría a buscar en este preciso momento, si sólo supiera dónde vivís.
Pero sé que no te conozco. Ni sé si existís.
Sé que sos perfecta, pero no sos más que una mezcla de amores pasados.
Sé que te necesito. ¿Existirá alguien como vos?
Sé que sueño demasiado, y a veces me dejo llevar por mi imaginación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario